Insomnio 5

Como sabía que la noche iba a ser larga la emprendí con "Locus Solus" de Raymond Roussell. Recordé que hace años había abandonado la lectura de “Impresiones sobre África” por que no podía seguirlo y recordé también que alguien me había dicho que un libro termina donde uno deja de leerlo. La noche me alcanzó para leer la mitad de un solo tirón. Pensé que esa era la obra de otro insomne como yo, pero este al menos podía inventar máquinas fantásticas. Memoricé los motivos alegóricos que el Profesor Canterel había elegido para dar movimiento, dentro del diamante gigante con agua prodigiosa, a sus no menos prodigiosos ludiones robóticos: Virlas salva la vida de Alejandro Magno, Pilatos padece el estigma en su frente, Gilbert toca el sistro impar de Misir, el enano Pizzighini se hiere para sangrar, Atlas patea la esfera celeste hasta Capricornio, Voltaire frente a la chica en éxtasis religioso, Wagner inspira los vaticinios a un charlatán, en ese orden. Se hicieron las siete de la mañana muy pronto.