Bodegones - Un relato Homoerótico



No podía dejar de mirarle la bragueta. Cómo si se me hubieran trabado los ojos en la cremallera. Adivinando que había detrás, sabiendo que por el olor que emitía tenía que ser algo grande y contundente. Algo así como un jamón serrano o un morcillón casero o alguna butifarra por el estilo. El mozo de aquella fonda me había puesto la piel de gallina. Lo veía trajinando con su bandeja reluciente. Cargando de una mesa a la otra las comandas, portando entre las piernas el alimento mas preciado del restorán, un matambre adobado con dos jugosas manzanas caramelizadas a cada lado. L.M., mi amante de turno, me preguntó si me pasaba algo, a lo que respondí con alguna evasiva. Pero lo cierto es que cuando me levanté para lavarme las manos la tremenda erección de mi pene me delató a través de mi pantalón de lino. No lo pude disimular. Yendo hacia el baño me crucé con él. Nos miramos, nos sonreímos. Tenía ese aroma penetrante de las comidas entremezcladas y sudor ácido. La camisa le brillaba casi, en el cuello sobre todo. Y en el baño inicié una toqueteada en solitario hasta que cayó un anciano y me cortó la inspiración. Rápidamente enfunde mi miembro todavía erecto, duro y punzante. La cabezota todavía estaba hinchada mientras me acercaba a la mesa. Cuando llegué, mi amante había decidido no dirigirme la palabra. Recién en los postres se dignó a hablar: Mientras estabas en el baño- me dijo- me tomé la libertad de pasarle a aquel mozo tu teléfono particular. Esta noche te va a llamar en cuanto termine su turno. Te voy a pedir que le sugieras que lave esa camisa roñosa o mejor, le dejo propina como para el lavadero. Ahora pagá y dejáme en casa- concluyó L.M.. Y así lo hicimos. Lo dejé en su casa. Por que mi amante, aunque es muy abierto de mente, le cuesta compartirme. Lo cierto es que adora mi gran verga y no se imagina a otro que no sea él lamiéndola y agitándola dentro de su boca. Las cosas están claras entre nosotros. Por eso respeté su malestar. A las dos llamó, J.C., el mozo. Y en 15 minutos estuvo en la puerta de mi casa. Cambiado, lavado y con unos profiteroles que le sobraron en la fonda. Lo primero que hice fue tirarme de cabeza a la bragueta, toda la noche había sentido su olor mientras él servía y todavía olía fuerte. Imaginé todas las comidas que me llevaba a la boca cuando empecé a besar esa longaniza descomunal: Aceites olivados, especias exóticas, hortalizas de todos los colores, coles y nabos, calabacines morados, zapallitos de bruselas. Era una bacanal. De pronto y con el pedazo todavía blando me dio vuelta, me arranco el pantalón de lino (yo no llevaba ropa interior!!) y empezó a puertearme. Eso lo puso como loco. Servime! Servime! – gritaba yo, desaforado. Y me sirvió nomás. Era como si me estuviera metiendo un paquete de medio kilo de espaguetis por el culo o un turrón español o algo así, seco y duro. Gocé como nunca y después para el postre le embadurne el ojete con el relleno de los profiteroles y le di de probar de mi palo jacob. Me dio las gracias. Y nos dormimos. Al despertar el mozo se había ido y en la mesa de luz me había dejado la propina que mi amante despechado le había dado.

Un relato homoerótico firmado por J., pensando en el futuro.
Update: Dedicado a Rosencrantz y Guildenstern.

9 comentarios:

  1. Si, mas o menos cómo tu relato de la caca. Me sentí identificado, alguien tenia que habalr de eso...

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  2. sería bueno que cuentes tu historia con el saco de E.V.

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  3. Ufa y yo que me creía heterosexual. Me calenté mucho leyendo el cuento. ¿Es real? escribe muy bien señor J.
    LM es Leonor Manso? JC es Juan Castro? ¿Es verídico el relato?
    ¿Pregunto muchas cosas?

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  4. ¡Pero por dios y la virgen, estoestodo! ¡Nos hizo sonrojar!
    Aún así, le agradecemos infinitamente su dedicatoria. El relato es, literalmente, una delicia para el paladar y nos hizo agua la boca.
    Esperamos más publicaciones para nuestra colección.

    PD: Rosencrantz y yo tuvimos un par de relatos eróticos publicados un tiempito en el blog. Después nos dió vergüenza (más literaria que conceptual) y los borramos. Después de esto, estamos considerando rededicarnos a tan noble tarea. ¿Abrimos un blog erótico?

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  5. gastro por gastronómico, eh. lo mío es un paso posterior, con todo procesado, gastroenterologico.

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  6. Pez querido: Es casi todo lo mismo al fin de cuentas...
    Si Ros y Guil erotizemos el ambiente.
    Angus.: No se de que saco nos hablás, hay cosas que preferimos olvidar...Pero en una de esas nos acordamos

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  7. deliciosamente lujurioso!

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