
J1: El sábado hice algo que hace años que no hacía
J2: Si. Callate, cocainómano. No me hagas acordar!
J1: No lo decía por eso. Ya me había olvidado.
J2: ¿Ah si? ¿Y por que lo decías?
J1: Por que me reconcilié con una persona.
J2: Estás cada día mas ñoño vos...
J1: ¿Vos decís? ¿Pensás que me estoy aburguesando?
J2: Eso hace rato.
J1: ¿Creés que perdí el rumbo...?
J2: Creo que nadie te marcó el camino.
J1: ¿Y que tengo que hacer?
J2: Seguir la flecha.
jaja, besis
ResponderEliminar¿uds se drogan?¿Andan en la mala vida?
ResponderEliminarNo los leo más. Saludos
bueno, como diría nuestro super friend Gaby Alvarez: nos estamos ocupando de eso...
ResponderEliminarla foto me parece un poco fuerte.
ResponderEliminarpero te gusta o no te gusta, por que no hay dudas...es fuerte.
ResponderEliminarno se si me gusta, yo soy timido con estas cosas
ResponderEliminarNosotros recién hoy podemos reaccionar, salir de nuestro asombro, de nuestro estupor ante tamaña crudeza (están empezando a perder los estribos, jotas, una cosa es hablar del morcillón y otra, muy diferente, mostrarlo...)
ResponderEliminarAhora sí, una vez desagotada nuestra sorpresa podemos afirmar que la palabra ñoño nos encanta. Y nos parece que respresenta/ilustra/describe/suena muy acertadamente lo que significa.
Un ñoño no puede ser sino un ñoño.
Gracias, Jotas, por traerla de nuevo a mi vocabulario.
que les pasa a esos chicos que se rasgan las vestiduras por una poronga mas o menos grande?
ResponderEliminar¿Más o menos grande? ¡Uau, Herni, usted sí que se codea con gente poronguda! ¡Lo felicitamos!
ResponderEliminar