Cars



Acabo de escuchar el ruido de un choque. La frenada, las gomas derrapando y el metal impactando entre sí, los vidrios estallando en mini- fragmentos que se esparcen por el asfalto. Y hasta el silencio posterior escuché, y las corridas y las voces de auxilio y la sirenas a lo lejos unos minutos después. Todo este proceso me tuvo atornillado a la cama.

A la vuelta de casa abrieron un boliche gay restaurante show. El día de la inauguración, según la kioskera, estaba la crema de la crema: Diego A. M. con una de sus hijas y su mujer, Marcelo T. que llegó solo, los actores de la famosa telenovela, vedettes, políticos, parece que no faltó nadie. Una cantidad inusual de coches muy pero muy brillantes rodeaban nuestra manzana.

E.D. vive a la vuelta de casa, es lo que se dice un chico lindo. Es actor. Delgado, moreno, pelo renegrido y mirada intensa, el vello en su cuerpo lo vuelve un poco animal. Es, ante todo, joven. Ayer casi me atropella con su auto. Por milímetros no me parte al medio. Lo esperé en la esquina: “Casi me atropellás recién” le dije, “¿En serio?” me dijo él “Disculpame, no te ví”.

5 comentarios:

  1. ¿Podemos afirmar a través de este post que el homosexual al volante es un peligro?

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  2. Un poquito homofobico lo tuyo.

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  3. era una broma...què pena tener que explicarlo usuario

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  4. Bueno muchachos no se me pongan susceptibles que para eso ya estamos nosotros...(¿?) (frase críptica)
    Angus, ni falta que hace aclarar, beso.

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  5. Here are some links that I believe will be interested

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