V. de Victoria

Recuerdo aquellas vacaciones en Mar del Plata. Fuimos por el mar. Ese verano descubrí que puedo prescindir de las vacaciones. Y fuimos por los amigos también. Y por la playa naturista de Chapadmalal. Y por el Casino. Y recuerdo nuestro paseo por la Villa Victoria Ocampo. Hablábamos de conseguir entradas para ver el espectáculo que otra Victoria protagonizaba en el Provincial. Ella era muy pero muy famosa. Entonces fue que la vimos. Era Victoria paseando por la Villa Victoria. Dejamos que llegara hasta donde estábamos sentados, para no perturbarla, y nos saludamos cariñosamente. Ella es un encanto, pensamos todos. Mientras esperábamos la siguiente visita guiada ella apoyó al descuido una revista dominical sobre la mesa. Me llamó la atención que leyera ese tipo de publicación. De pronto sugirió que mientras esperábamos podíamos leer juntos la revista. Comenzamos a hojearla mas por compromiso que por otra cosa y cuando llegamos a la página central ahí estaba: En una foto a todo color doble página, un primerísimo primer plano de su rostro provocativo. Se puso colorada un instante y luego preguntó ansiosa: “Necesito saber su opinion: ¿No les parece que estoy un poco demasiado maquillada?”.
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C.D. tiene toda la razón del mundo: Los muy pero muy famosos tienen otro tipo de problemas.

En la imagen: Victoria...Ocampo