
Él: Tengo demasiado calor.
ELLA: Yo tengo frío. Éstas no son horas de tener calor.
ÉL: ¿Ves cómo no nos entendemos? Nunca nos entendemos. Voy a abrir la ventana.
ELLA: Querés que me hiele. Me querés matar.
ÉL: No quiero matarte. Quiero aire.
ELLA: Decías que había que resignarse a la asfixia.
ÉL: ¿Cuándo dije eso yo? Nunca dije eso.
ELLA: Sí, lo dijiste. El año pasado. Ya no sabés ni lo que decís. Te contradecís.
ÉL: No me contradigo. Son las estaciones.
ELLA: Cuando tenés frío, bien que me impedís abrir la ventana.
ÉL: Eso es lo que tengo que echarte en cara; que tengas frío cuando tengo calor, que tengas calor cuando tengo frío. Nunca tenemos frío ni calor al mismo tiempo.
ELLA: Nunca tenemos frío ni calor al mismo tiempo.
ÉL: No. Nunca tenemos calor ni frío al mismo tiempo.
ELLA: Es porque vos no sos un hombre como los demás.
ÉL: ¡Que no soy un hombre como los demás!
ELLA: No, desdichadamente, no sos un hombre como los demás.
ÉL: No. No soy un hombre como los demás, afortunadamente.
ELLA: ¡Desdichadamente!
ÉL: ¡Afortunadamente!
ELLA: ¡Cretino! ¡Seductor!
ÉL: No me insultes.
ELLA: No te insulto. Te desenmascaro.
ÉL: ¡Tortuga!
ELLA: ¡Caracol!
Deliro a Dúo (1963) - Eugene Ionesco (1909-1994) Rumania-Francia


![Validate my Atom 1.0 feed [Valid Atom 1.0]](valid-atom.png)
que raro posteando texto anacrónicos de Ionesco. Igual me gustó, me hizo acordar a mi época de purrete cuando descubría esta literatura teatral.
ResponderEliminarAnacrónico?
ResponderEliminar¿Tienes una copia completa del texto? No he podido conseguirlo y te lo agradecería =D Por cierto, ¡qué estupendo blog manejas!
ResponderEliminar